CAREC
CENTRO DE ARTES ESCÉNICAS DE CUÉLLAR
FORMALIZACIÓN - ESPACIO
NEXORA
Enlace láminas entrega: Proy.5_Ej.1.3_planos_pdf
Enlace láminas resumen: Proy.5_Ej.1.3_resumen_pdf
El proyecto se desarrolla con la estrategia consistente en tomar el control de la plaza.
Los volúmenes, con una escala comedida en su mayor parte, se van adhiriendo al perímetro de la parcela y cosen toda la trama existente, a excepción de la ruina, que se pretende enfatizar y poner en valor. Las traseras poco atractivas se convierten en fachada principal y así se transforma la debilidad preexistente en fortaleza
El contorno indeterminado y caótico de la plaza se regulariza formando unos alzados lineales y practicables.
Se pretende crear un nuevo espacio de centralidad en la ciudad, que atraiga a una gran variedad de perfiles.
El programa se distribuye de forma que cada actividad esté situada en el lugar más favorecedor.
Inicialmente, en la Calle Calvario se realiza un retranqueo de la alineación para crear un nuevo espacio urbano que enfatiza y engrandece la visión del nuevo edificio. También aporta facilidades de aproximación, tanto para peatones como para vehículos y camiones de suministro.
Bajo este pavimento se aprovecha a colocar espacios de instalaciones (evitando interferencias acústicas con la zona de auditorios), la batería de aseos y la recepción y ropero.
Alineados a este nuevo espacio y paralelos a la ruina se disponen los dos auditorios. El mayor se aleja del muro y se vuelca a la plaza, que es donde se requiere su presencia. En cambio, el menor, se apoya en el muro y utiliza su textura desnuda en el espacio escénico. Entre ambos se colocan todos los espacios servidores, que engloban almacenes, salas de ensayo y camerinos. A estos últimos se les dota de un patio interior verde que amenice la estancia de los artistas y actores.
Aprovechando esta disposición, se crea un gran foyer corredor. Con un volumen majestuoso debajo del graderío y a continuación otro más comedido. En este punto se conecta con la entrada principal en el muro, que se arroja al auditorio al aire libre del Parque San Francisco.
Dirigiéndonos hacia la plaza nos encontramos con la primera articulación del edificio, que conecta el foyer y la recepción con la cafetería-restaurante y a su vez con la nueva plaza.
Aquí creamos un espacio que arroja las vistas a la ruina de la iglesia. Su disposición intermedia ofrece el disfrute del lugar tanto a los espectadores que acuden al Centro de Artes Escénicas como a los habitantes de la villa e incluso a los viajeros que recorren las calles de Cuéllar.
Si proseguimos el recorrido del edificio, nos encontramos con la segunda articulación que vincula la cafetería con la pastilla administrativa.
De esta forma se consigue cierta privacidad para los trabajadores, sin aislarse de las zonas de relación.
Esta articulación nos encamina por el exterior, bajo el soportal, a la zona de aparcamiento. Coches y autobuses se disponen en las traseras de la zona administrativa y conectan ambos con su acceso rodado en el cruce de Calle Calvario con Avenida Toros.
Aprovechando la solicitación de menos altura de esta pastilla, se diseña una jardinera de sustrato profundo en la cubierta. De esta forma conseguimos ofrecer unas vistas atractivas a los residentes de las viviendas de la plaza y a la vez un fondo vegetal difuminador a los usuarios del edificio.
El acceso peatonal de ambos se dispone en la tercera y última articulación, al final del bloque administrativo y en el comienzo del soportal que nos recibe en el acceso a la plaza.
Tras la última articulación, las circulaciones cubiertas de la zona de aparcamientos realizan un quiebro en el edificio. Se forma una diagonal dinamizadora y potenciadora del acceso a la plaza. Un gesto que enriquece la calidad formal del edificio y antecede al recibimiento regularizado.
Analizando ya el edificio en su conjunto, podemos entenderlo con su clara función unificadora. Un soportal que recorre y ata todo el programa, ofrece una zona de estar exterior sombreada mediante bancos corridos. En la plaza también se disponen unos parterres generosos y rodeados con bancos.
Todo el conjunto, con una materialidad sobria y de colores blancos, está pensado para acoger al visitante y está presidido por un gran atractor, formado por una piel metálica y reflectante que cubre el auditorio principal. También facilita la comprensión del acceso la disposición de las pantallas-soporte del soportal, ya que en la zona del acceso se desmaterializa intencionadamente la esquina del mismo.
Para exprimir al máximo los lienzos desfavorables que hemos comentado, se aprovechan los paños medianeros del edificio aislado en Avenida Toros para colocar dos paneles atractores e informativos de lo que ocurre en la nueva plaza de Cuéllar.